fbpx
Inicio / Universidad A Distancia / González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)

González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)


González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)

Sobre González Reitera Su Lealtad A La Corona Y A La Constitución Ante Los Reyes, En Su Primer Acto Tras Ser Investido Presidente (26 Septiembre 2012)

Participe en González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012) relacionada con universidad a distancia.

Echa un vistazo a éstas imágenes de universidad a distancia:

González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)
universidad a distancia
Image by Comunidad de Madrid
González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)

El presidente electo de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ratificó hoy su lealtad a la Corona y a la Constitución, y su “voluntad de servir a España y a la Comunidad de Madrid”, en su primer acto oficial tras ser elegido jefe del Gobierno madrileño, en el que acompañó a Sus Majestades los Reyes en la apertura del curso académico 2012/13 de las Universidades españolas. Este ha sido su primer acto después de que esta mañana la Asamblea de Madrid le designase presidente de la Comunidad de Madrid, al obtener el respaldo unánime de los 72 diputados del Grupo Parlamentario Popular. González afirmó, además, que la actual crisis sólo se superará incrementando la productividad, es decir, con más bienes y servicios de calidad, obtenidos con menos recursos, y destacó la importancia que la formación universitaria va a tener para el desarrollo de la sociedad española. Al acto, que este año se celebró en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), también asistieron el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar y el rector de la UNED, Juan Gimeno Ullastres.

Serguei Esenin – «Amo mi tierra. ¿La amo con locura! Aunque sobre ella caiga toda la tristeza y el moho de los sauces».
universidad a distancia
Image by Antonio Marín Segovia
Serguei Esenin

"MORIR es fácil ahora. Lo difícil es vivir y crear una vida nueva en nuestra época" -escribió Maiakovsky en el último día del año 1925, en las páginas de un periódico de Moscú, como contestando a la carta con la cual Sergio Alexandrovich Esenin se despidió del mundo antes de matarse en la fría habitación del viejo "Hotel d’Angleterre", de Leningrado. Su crítica era, a la vez, la condena oficial del gobierno soviético sobre la actitud del poeta que creyó encontrar la solución de sus problemas en la muerte. Sin embargo, no habían pasado cinco años aún cuando él, otro gran poeta de la nueva Rusia, cuyos versos rebosantes de vitalidad y optimismo son la expresión más viva del dinamismo rítmico de la revolución, también puso fin a su vida voluntariamente. Maiakovsky, el poeta que supo comprender y juzgar el gesto de Esenin, recorrió la carrera de éste en menos de cinco años y se vio frente a los mismos problemas insolubles que aquél. En la primavera de 1930, su mano dejó caer un revólver humeante al lado de una carta que decía: "La barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana".

"¿De dónde viene el joven gigante?", preguntaban los poetas y literatos rusos que estaban embarcados en interminables discusiones sobre el "Manifiesto Dadaísta" de Tristán Tzara en los cafés de San Petesburgo, cuando Esenin apareció en la capital imperial en el otoño de 1916. Era un muchacho alto, flaco y rubio, cuyos ojos profundamente azules demostraban claramente que aún no había cumplido veinte años. Acababa de salir de un hospital donde curaba sus heridas recibidas en el frente, y los bolsillos de su capote militar estaban repletos de papeles de origen más diverso, que contenían versos, escritos con lápiz en su mayoría. Llegaba de Rjazañ, de una aldea cercana a Iasnaia Polaina, donde Tolstoi pasó sus últimos años. Surgió de la región más oscura de la llanura central rusa, donde escribió sus primeros poemas a la edad de quince años.

Inmaculada Decepción se complace en presentar a este poeta; alto, flaco y rubio, que un día pasó por acá y aún no se ha ido.

POEMAS DE SERGUEI ESENIN

CONFESION DE UN GOLFO

No todos saben cantar,
No todos saben ser manzana
Y caer a los pies de otro.
Esta es la suprema
Confesión de un granuja.

Ando intencionalmente despeinado,
Con la cabeza como una lámpara a petróleo.
Me gusta alumbrar en las tinieblas
El otoño sin hojas de vuestros espíritus.
Me gusta que las piedras de los insultos
Caigan sobre mí como granizo vomitado por la tormenta.
Entonces es cuando aprieto con más fuerza
El globo oscilante de mi cabezota.

Con qué nitidez recuerdo entonces
La laguna cubierta de hierba y la voz ronca del aliso
Y que en algún lugar viven mi padre y mi madre.
Mis versos les importan un comino,
Pero me quieren como a un campo, como a la carne de su carne,
Como a la buena lluvia que en primavera ayuda a salir a los brotes.
Ellos les clavarían a ustedes sus horquetas
Cada vez que me lanzan una injuria.

¡Pobres, pobres campesinos!
Seguramente están viejos y feos
Y siguen temiendo a Dios y a los espíritus del pantano.
¡Si sólo pudieran comprender
Que su hijo
Es el mejor poeta de Rusia!
¿Acaso sus corazones no temían por él
Cuando se mojaba los pies en los charcos del otoño?
Ahora anda de sombrero de copa
Y con zapatos de charol.

Pero con el mismo espíritu juguetón de antes.
De aldeano travieso.
Desde lejos saluda con una gran reverencia
Alas vacas pintadas en los letreros de las carnicerías.
Y cuando se cruza con los coches de la plaza,
El olor del estiércol lo remonta a los campos de su tierra
Y está dispuesto a sostener en el aire la cola de cada caballo
Como si fuese la cola de un traje de novia.

Amo mi tierra.
¿La amo con locura!
Aunque sobre ella caiga toda la tristeza y el moho de los sauces.
Gozo con los hocicos inmundos de los cerdos
Y con las notas estridentes de los sapos en el silencio nocturno.
Estoy enfermo de los recuerdos de infancia,
Sueño con la niebla y con la humedad de las tardes de abril,
Cuando nuestro arce se puso en cuclillas
Para calentarse los huesos en la hoguera del crepúsculo.
¡Trepando de rama en rama,
Cuántos huevos no robé de los nidos de las cornejas!
¿Seguirá siendo el mismo de antes, con su copa verde?
¿Tendrá todavía la corteza tan dura?

¿Y tú, mi querido perro fiel
Overo?
La vejez te ha puesto gruñón y ciego
Y vas de un lado a otro del patio arrastrando tu cola caída.
Tu nariz no distingue ya el establo de la casa.
Cuánto no significan para mí nuestras pillerías de antaño
Cuando le robaba pan a mi madre
Y lo comíamos entre los dos, mordiéndolo por turno
Sin sentir repugnancia.

Soy siempre el mismo,
Mi corazón es siempre el mismo.
Los ojos florecen en el rostro como los azulíes en el trigo.
Y yo, extiendo las esteras doradas de mis versos
Quiero decirles a ustedes
Mis palabras más tiernas.

¡Buenas noches a todos!
¡Buenas noches!
Rozando por última vez la hierba del crepúsculo
Ha enmudecido la guadaña de la aurora.
Y siento unas ganas locas
De mear a la luna desde la ventana.
¡Luz azul, en este azul profundo
Ni siquiera la muerte me importa!
¡Que importa que yo parezca un cínico
Con un farol colgando del trasero!
Viejo, buen y supercabalgado Pegaso,
¿Qué falta me hace a mí tu trote blandengue?
Yo he venido como un severo maestro
A cantar y a ensalzar a las ratas.
Como agosto, vierte
Mi cabeza el vino espumoso de mis cabellos.

Yo quiero ser ese amarillo
Que nos lleva al país que navegamos.

Traducción: Nicanor Parra.

ESTOY CANSADO…

Estoy cansado de vivir en mi país natal,
con la nostalgia de las extensiones de trigo negro;
dejaré mi choza,
partiré como un vagabundo y un ladrón…

Volveré a la casa paterna
a regocijarme con el júbilo ajeno.
Y en una noche verde, bajo la ventana,
con la manga de mi camisa me ahorcaré.

Los sauces de plata contiguos a la cerca
inclinarán sus cabezas con mayor dulzura aún.
Y sin lavarme, sin el menor ritual,
se me enterrará bajo los aullidos de los perros.

La luna continuará bogando por el cielo,
perdiendo sus remos en el agua de los lagos;
y Rusia siempre será la misma,
danzando y llorando alrededor de las empalizadas.

Traducción: René Palacios More.

inmaculadadecepcion.blogspot.com.es/2004/11/serguei-eseni…

(Konstantinovo, 1895 – Leningrado, 1925) Poeta ruso cuya obra en una primera etapa estuvo regida por el simbolismo y el misticismo, alcanzando más adelante una impronta realista y vigorosa para culminar en el pesimismo y el cansancio.

Criado por su abuelo, un anciano ortodoxo de la secta de "los viejos creyentes", estudió en la Universidad de Moscú. Se casó en 1922 con la bailarina norteamericana Isadora Duncan, diecisiete años mayor que él, con la que recorrió Europa durante dos frenéticos años. A finales de 1925, y tras constantes depresiones producidas por su relación de amor-odio con el proceso revolucionario, se suicidó en un hotel de San Petersburgo, no sin antes escribir su último poema utilizando su sangre como tinta. Su suicidio inspiró el conocido A Serguéi Esenin, de V. Maiakovski.

Serguéi Esenin

Escribió poesía desde la infancia e irrumpió en los salones literarios prerrevolucionarios de Moscú y San Petersburgo donde fue recibido como un genio iletrado. Aunque se educó leyendo a A. Blok y a A. Pushkin, destacó como poeta místico y original. Formó parte del "grupo de los imaginistas", movimiento nacido a partir de la publicación de Transfiguración (1918), que se abre con Inonia, breve poema que dibuja un paraíso místico.

En 1919 publicó con varios amigos el manifiesto de esta escuela, definida como "poético-formal". La inspiración de Esenin está marcada por la religiosidad místico-simbolista y el medio rural, de donde procedía. Durante la década de 1920 su poesía se vuelve áspera, directa y contiene una mayor variedad técnica, reflejando sus crisis personales.

www.biografiasyvidas.com/biografia/e/esenin.htm

CARTA A UNA MUJER

Usted se acuerda,
usted, claro, de todo se acuerda,
cuando andaba nerviosa
por la estancia
– yo a la pared pegado –
y me reñía
con acerbas palabras.

Decía usted
que había llegado
la hora de separarnos,
que a causa de mis locuras
sufría mucho,
que iba a dedicarse a sus cosas,
y que yo estaba condenado
a rodar por la pendiente.

Querida:
Usted no me amaba.
Ignoraba que entre el gentío
era yo cual caballo espumeante,
espoleado por audaz jinete.
Ignoraba
que entre aquella humareda,
en la fosca tormenta de la vida
sufría yo, sin comprender
lo que se avecinaba.
De cara a cara
no se ve el rostro.
Lo grande se ve a distancia.
Cuando el mar se encrespa,
corren riesgo las naves.
¡Y de pronto
se convirtió la tierra
en una nave!
Alguien
empuñó majestuoso el timón
rumbo a la nueva vida prodigiosa
por entre vendavales y tormentas.
¿Quién no se cayó en la cubierta?
¿Quién no vomitó y no maldijo?
Pocos hubo que no se mareasen,
que venciesen aquel torbellino.
Entonces
entre un clamor salvaje,
sabiendo bien lo que me hacía
bajé a la bodega
para no ver vomitar a la gente.
Aquella bodega
era eso: la taberna.
Yo me entregué al vino
para no padecer por nadie
y hundirme
en la embriaguez.
Querida:
La hice sufrir, es cierto.
En sus cansados ojos
se asomaba la pena
al ver que yo, ostentosamente,
me consumía en escándalos diarios.
Pero usted ignoraba
que entre aquella humareda,
en la fosca tormenta de la vida,
sufría yo,
sin comprender
lo que se avecinaba…
•••••••••••••••••••••••••••••••••
Han pasado los años.
Mi edad es ya otra.
Ahora pienso de distinto modo.
Ahora brindo en los días de fiesta
por el gran timonel.
Me embargan hoy
amables sentimientos.
Al recordar su angustia
quiero apresurarme
a decirle
lo que fui antes,
lo que soy ahora.
Querida:
Me complace comunicarle
que no rodé por la pendiente.
Vivo en el Territorio Soviético
como el más entusiasta adherente.
No soy ya
el de antes.
Ahora no la haría sufrir
como entonces.
Tras la bandera de la libertad
y del trabajo luminoso,
estoy dispuesto a ir
al fin del mundo.
Perdóneme…
Sé que usted no es la de ayer.
Ahora vive
con un marido serio, inteligente.
A usted no le hacen falta
nuestros duros quehaceres,
y yo tampoco
le hago la menor falta.
Viva bajo
el signo de su estrella,
bajo su mansión renovada.

La saluda su amigo
que jamás la olvida,

Serguéi Esenin

www.luiseaguilera.cl/index.php?option=com_content&vie…

Samán (Pithecellobium saman)
universidad a distancia
Image by barloventomagico
Lugar: Finca La Pomarrosa, Barlovento, centro norte de Venezuela.

Place: Finca La Pomarrosa Farm, Barlovento, north-central Venezuela.
_________________________________________________________________________

A continuación incluyo algo de lo que he escrito sobre este hermoso árbol.
_________________________________________________________________________

Un árbol de gran abolengo es el samán (Pithecellobium saman), emblema vegetal del Estado Aragua y del conjunto de los países bolivarianos (Cueto, 1991; Hoyos, 1985, p. 47). Su enorme copa acampanada, que puede medir hasta 50 metros de diámetro y tener una altura hasta de 30 metros en su parte superior, lo hace el árbol de sombra por excelencia, aunque no para dársela a los cultivos de plantación, como el café y el cacao, «uso para el cual es poco conveniente porque reseca mucho el suelo y le quita una cantidad enorme de sustancia necesaria para el alimento de la plantación; en tiempo de su florescencia es tal la abundancia de las flores, que caen encima de los arbolitos de café o de cacao, que éstos se hallan literalmente agobiados bajo su peso en gran perjuicio de su propia fructificación» (Pittier, 1970 [1926 y 1939], p. 387). En contrapartida, para los animales y la gente resulta sumamente acogedor el frescor de la sombra bajo el follaje del samán. Innumerables han sido las siestas y las tertulias que se han dado bajo los samanes de Venezuela, algunos de los cuales han llegado a ser famosos, el de Güere en primer lugar, al cual Humboldt describió en 1800 de la siguiente manera:

«Al salir del pueblo de Turmero, a una legua de distancia, se descubre un objeto que se presenta en el horizonte como un terromontero redondeado, como un tumulus cubierto de vegetación. No es una colina ni un grupo de árboles muy juntos, sino un solo árbol, el famoso Samán de Güere, conocido en toda la provincia por la enorme extensión de sus ramas, que forman una copa hemisférica de 576 pies [172,8 metros] de circunnferencia… Los habitantes de estos valles, y sobre todo los indios, tienen veneración por el Samán de Güere, al que parecen haber hallado los primeros conquistadores poco más o menos en el mismo estado en que hoy lo vemos. Desde que se le viene observando atentamente no se le ha visto mudar de grosor ni de forma» (Humboldt, 1985 [1814-1825], Tomo 3, p. 87-88).

Este conspicuo samán, del cual se llegó a decir que habría alcanzado una edad de alrededor de mil años, ha sido tema frecuente «en la cantata popular, en el folklor, en la poesía culta y en la ingenua, en la prosa respetable de los connotados, en la de los que no saborearon los lauros y en la crónica del diarismo» (Laydera, 1970, p. 99). Como si se tratara del ocaso de un prócer, su lenta agonía, que duró cerca de un siglo, fue seguida por el país en medio de un recurrente debate, a veces acalorado (Laydera, 1970, p. 31 a 35), puesto que el venerable Samán de Güere se había convertido para la mayoría en una suerte de símbolo de la nacionalidad. Ese trance triste fue captado también por el escritor barloventeño Oscar Rojas Jiménez, que lo recogió en un texto que reza así:

«Vi el Samán de Güere un día cualquiera, mustio y casi sin hojas. Sus brazos apenas se movían cuando el viento cálido de la campiña los besaba apasionadamente en un intento noble de inyectarles vida, movilidad, verdes colores de los árboles jóvenes, que apenas lograban arrancarle débiles gemidos vegetales, sordas protestas al agónico padre de la flora venezolana, que tan sólo parece desear en estos momentos definitivos, paz y quietud para bien morir» (Rojas, 1954 [1942], p. 41).

Este ejemplar ilustre, «hoy desaparecido, fue declarado monumento nacional por su grandiosidad y sus recuerdos históricos» (Hoyos, 1974, p. 134). Allí acamparon guerreros de todas las épocas, desde la indígena hasta el siglo XX, pasando por los conquistadores del siglo XVI y los patriotas del XIX, siendo el Libertador Simón Bolívar el más destacado entre todos. También lo hicieron científicos, algunos muy conocidos, como el citado Humboldt, y otros algo menos, lo mismo que poetas y literatos, como Andrés Bello, autor de los versos que dicen:

«Pues como aquel samán que siglos cuenta
de las vecinas gentes venerado,
que vio en torno a su base corpulenta
el bosque muchas veces renovado,
y vasto espacio cubre con la hojosa
copa de mil inviernos victoriosa»
(Laydera, 1970, p. 99).

De época mucho más reciente es el ya célebre juramento de no descansar «hasta ver rotas las cadenas que oprimen a nuestro pueblo por voluntad de los poderosos» pronunciado el 17 de diciembre de 1982 frente al Samán de Güere, poco antes de que el ya muy anciano vegetal falleciera, por cuatro militares inspirados en el pensamiento y la acción bolivarianos, comprendido el posteriormente presidente de la República Hugo Chávez Frías.

Ha habido otros samanes de renombre, algunos de ellos hijos del de Güere, como el de la Trinidad, plantado en 1753 a orillas de la quebrada Catuche por aquel maestro albañil Juan Domingo del Sacramento Infante, constructor por cuenta propia del templo de la Santísima Trinidad –sede hoy día del Panteón Nacional– al cual Bello también compuso versos, pues solía leer y conversar bajo su sombra, e incluso se dice que allí dio clases a Simón Bolívar, escena que sirvió de tema a un cuadro de Tito Salas.

Otros ejemplares rivalizarían por su porte con el de Güere, como el de las Minas, ubicado en la carretera que va de Villa de Cura a Cagua, en el Estado Aragua, o los de Tocoragua, emplazados entre San Rafael de Orituco y Lezama, en el Estado Guárico, «samanes colosales que son admirados por propios y extraños por su belleza y antigüedad» (Schmidke, 1955, p. 73). En Barlovento se pueden encontrar especímenes de todos los portes a lo largo de las carreteras que surcan la región.

Visto todo lo anterior, no es de extrañar que ese gran amante del reino vegetal que fuera el merideño Enrique Bernardo Núñez criticase en 1950 la idea de elegir un árbol nacional, blasón que, en su opinión, el samán tenía asegurado por derecho propio en el sentimiento patrio. En sus palabras «elegir un árbol nacional no es futileza como a primera vista parece. La existencia de los pueblos llega a identificarse con sus árboles… Por eso es bastante raro que a un pueblo se le proponga buscar lo que ya tiene, y entre otras cosas un árbol a cuya sombra se ha desarrollado su historia… El samán es nuestro árbol sagrado» (Núñez, 2005 [1932-1960], p. 79 y 81).

Sabemos, sin embargo, que a pesar de la opinión de Núñez nuestro árbol emblemático nacional es el Araguaney, pudiéndose encontrar aquí algunas de las relevantes razones que motivaron su selección como tal, si bien ello no significa ni mucho menos desmeritar del abolengo con que cuenta ni del aprecio que le tenemos los venezolanos al acogedor samán.
_________________________________________________________________________

Bibliografía citada

Cueto, Alba. 1991. «Mapa de árboles emblemáticos de Venezuela». Promociones Alba Cueto. Caracas.

Hoyos, Jesús. 1974. «Arboles cultivados de Venezuela». Sociedad de Ciencias Naturales. Caracas.

Hoyos, Jesús. 1985. «Flora emblemática de Venezuela». Petróleos de Venezuela. Caracas.

Humboldt, Alejandro de. 1985 [1814-1825]. «Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente». Tomos 1 a 5. Monte Avila Editores. Caracas.

Laydera Villalobos, Aníbal. 1970. «Agoniza el Samán de Güere». Tipografía El Rincón. Caracas.

Núñez, Enrique Bernardo. 2005 [1932-1960]. «Arboles. Crónica de una ausencia. (Recopilación de Trino Borges)». Universidad de Los Andes. Mérida.

Pittier, Henri. 1970 [1926 y 1939]. «Manual de las plantas usuales de Venezuela y su suplemento». Fundación Eugenio Mendoza. Caracas.

Rojas Jiménez, Oscar. 1954 [1942]. «Paisajes y hombres de América». Ediciones del Ministerio de Educación. Caracas.

Schmidke, Jorge. 1955. «Breve antología del árbol. Poesía – Miscelánea». Ministerio de Agricultura y Cría. Caracas.
_________________________________________________________________________

Ver más en universidad a distancia



COMENTARIOS SOBRE GONZáLEZ REITERA SU LEALTAD A LA CORONA Y A LA CONSTITUCIóN ANTE LOS REYES, EN SU PRIMER ACTO TRAS SER INVESTIDO PRESIDENTE (26 SEPTIEMBRE 2012)

González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012)

Nos interesa mucho lo que piensa sobre gonzález reitera su lealtad a la corona y a la constitución ante los reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012). Por favor Escríbanos sus Críticas sobre el titular: gonzález reitera su lealtad a la corona y a la constitución ante los reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012) categorizado en universidad a distancia.

educaya.org no posee ningún contrato o vínculo con González reitera su lealtad a la Corona y a la Constitución ante los Reyes, en su primer acto tras ser investido presidente (26 septiembre 2012) ni las empresas, personas o instituciones que redactan y publican el artículo aquí referenciado. Si desea visitar el sitio web de origen de González Reitera Su Lealtad A La Corona Y A La Constitución Ante Los Reyes, En Su Primer Acto Tras Ser Investido Presidente (26 Septiembre 2012) por favor ingrese a los vínculos de referencia que están arriba en el artículo con Universidad a distancia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *