Cultura, educación y docencia

La educación siempre ha sido el meridiano central y prioritario de la cultura en la mayoría de las naciones adelantadas del mundo, que buscan siempre un alto grado de desarrollo en todos los aspectos de lo que se entiende por civilización moderna. Esa ha sido y ha de ser la verdadera y mejor preocupación de todo jefe de Estado que aspira a que los ciudadanos del país que gobierna se culturicen, proporcionándoles todos los instrumentos educacionales que se necesitan para alcanzar tan plausible finalidad.

Muchos de nuestros presidentes han tenido ese desvelo, unos con mayor ahinco que otros, pero quizás el que más sobresalió en estos afanes, al iniciarse la vida republicana de nuestra nación fue el general y hombre de leyes Francisco de Paula Santander, quien estableció obligatoriamente la instrucción pública. “Dispuso distintos medios para asegurar un despegue más notorios de tan importante área de la vida ciudadana.

El 6 de octubre de 1820 dicta un decreto al respecto, por el cual se ordenaba la creación de escuelas públicas en ciudades y villorrios…Aseguró la fundación de escuelas normales en las ciudades principales del país, de colegios y universidades. Estaba atento a los programas de la educación, asistiendo cuando le era posible a los exámenes de los centros educativos públicos y privados….”