Asunto ¿Cuales Para Ti Son Los Valores Mas Importantes En La Vida?
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Answer by Armando
el respeto alas personas ala vida la honestidad
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COMENTARIOS SOBRE ¿CUALES PARA TI SON LOS VALORES MAS IMPORTANTES EN LA VIDA?
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La igualdad
ser feliz con lo que uno tiene… yo quiero ser feliz y tengo una vida por delante, de seguro que lo voy a lograr ^^
estoy en total acuerdo sobre el comentario ya menciomnado,
pero para mi tambien seria el amor altruista, a todo ser vivo,
EL RESPETO
LA HONESTIDAD
LA RESPONSABILIDAD
el respeto, la sinceridad, la tolerancia, el amor,
Respeto, Responsabilidad, Igualdad.
el respeto a tu prójimo,el ser culto y amable,y creer en DIOS antes de todo……
La solidaridad, igualdad, la amistad , la familia, la empatia, el respeto a los demás, el amor, el trabajo ocupa un lugar importante dentro de mis valores, la educación, la libertad,para mi es el valor quizás mas importante sin sentirme libre me muero, libertad de expresión, de pensamiento, de decisión.
Tengo muchos más, todos van en esta línea, son valores adquiridos en mi vagage y en mi educación formal e informal, de la cual me siento super orgullosa.
Buena pregunta, te dejo una estrella, suerte.
1ª La Prudencia
La prudencia es una virtud, es la primera de las virtudes cardinales. Virtud en términos generales es la elevación del ser en la persona humana, o bien como decía Kant, es la fortaleza moral de obrar de acuerdo con los principios del deber o de acuerdo a Santo Tomás, es lo máximo a que puede aspirar el hombre, o sea la total realización de las posibilidades humanas en el aspecto natural y sobrenatural. A partir de Aristóteles, se destaca el poder de la voluntad, que pasó a ser junto con la inteligencia, los elementos constituyentes de la virtud. La virtud no es la simple “honradez” o forma “correcta” de un hacer o omitir, completamente aislado; significa más bien la verdadera esencia del hombre en los dos planos el material-humano y el místico-divino, o mejor el natural o el sobrenatural.
La prudencia no es tan sólo el simple afán de propia conservación, o el cuidado de sí mismo, que no deja de ser un poco egoísta, medida, guía y razón de las virtudes morales en todas ellas influye, sin excepción, suministrando a cada una, el complemento que le permite el logro de su propia esencia, de allí que sea posible deducir que la prudencia es en efecto, la medida del saber, querer, osar y callar. Los distintos modos de imperfección de ese saber, querer, osar y callar, constituyen por otra parte, los distintos tipos de imprudencia. Por ejemplo quien se lanza resueltamente a una acción, sin pararse a deliberar como es debido y sin formular un juicio fundado, es imprudente según el modo de la impremeditación, un segundo modo de imprudencia es la inconstancia, porque ella puede malograr y cortar el paso al proceso de transformación del conocimiento, haciendo que la deliberación y el juicio caigan en el plano de lo infructuoso, en lugar de seguir su curso hasta alcanzar el momento definitivo, el momento de la verdad. Y finalmente otro modo de imprudencia, como por ejemplo la astucia, que es una especie de sentido simulador e interesado, al que no atrae más valor que el táctico de las cosas y que es distintivo del hombre intrigante, incapaz de actuar rectamente. La simulación, los escondrijos, el ardid y la deslealtad representan el recurso de los espíritus mezquinos.
La prudencia es la virtud que permite cambiar el conocimiento de la realidad en práctica del bien, implica la humildad de percibir en silencio, con sencillez; significa una relación entre el rigor, la deliberación y el arrojo. La prudencia enseña el camino hacia la propia perfección y evolución espiritual.
El prudente puede ser justo, fuerte y templado.
2ª La Justicia
La palabra Justicia, se ha usado y se usa para designar el criterio ideal, o por lo menos el principal criterio ideal del Derecho, es decir la idea básica sobre la cual debe inspirarse el derecho; pero también, justicia ha sido empleada para denotar la virtud universal comprensiva de las demás virtudes, como decía Theognis, “el sabio antiguo, en la justicia se comprendían todas las virtudes”. De modo que primero diré todo lo que algunos sabios dicen de la justicia y luego tendremos una conclusión. Empecemos con Platón, para éste la justicia es la virtud fundamental de la cual se derivan todas las demás virtudes, pues constituye el principio armónico ordenador de éstas, el principio que determina el campo propio de acción de cada una de las demás virtudes: de la prudencia o sabiduría para el intelecto, de la fortaleza o valor para la voluntad y de la templanza para los apetitos y tendencia.
Para Aristóteles “la justicia es expresión de la virtud total o perfecta”, de la cual dice que “consiste en una medida de proporcionalidad de los actos, la cual representa el medio equidistante entre el exceso y el defecto”.
En la Biblia. “Justicia” significa, la suma de todo bien, se llama justa a la persona buena, piadosa, humanitaria, caritativa, agradecida y temerosa de Dios.
San Ambrosio llama la Justicia “fecunda generadora de las otras virtudes”.
San Agustín la hace consistir en el amor del sumo bien y de Dios y la presenta también como la suma de toda virtud, que establece para cada cosa su propio grado de dignidad y que consiguientemente subordina el alma a Dios y el cuerpo al alma y que además señala un orden en los asuntos humanos.
Según Santo Tomás, la Justicia es el modo de conducta (habitus), según el cual un hombre, movido por una voluntad constante e inalterable, da cada cual su derecho.
Alfonso X el Sabio define la Justicia como “arraigada virtud que da y comparte a cada uno igualmente su derecho”.
Brunetto Lattini, pensador italiano del siglo XIII, dice que la Justicia es una virtud enteramente racional, encaminada a establecer un orden de equilibrio y de igualdad.
Hume dice que la Justicia consiste en que cada acto singular es realizado con la expectativa de que los otros realizarán lo mismo.
Podría seguir enumerando autores con tantas definiciones, pero lo importante es que podríamos ya tener una idea conceptual de la que es Justicia, de modo que de lo anteriormente dicho podríamos sacar alguna conclusión y tomarla como punto de partida, aún cuando al final sea distinto nuestro modo de pensar. El Acto de Justicia consiste en dar a cada uno lo suyo. Esto supone un precedente, por medio del cual, algo e constituye en propiedad de alguien, es decir se ratifica un derecho a reclamar de otro como algo que se le adeuda y que no corresponde a nadie más que a él. La razón de que un hombre le deba a otro se encuentra unas veces en la celebración de pactos, contratos, promesas, disposiciones legales y otras veces hay que buscarla en la naturaleza misma de la cosa, sin embargo el acto de Justicia no sólo se fundamenta en un acto mediante el cual algo pasa a ser debido, sino que supone además el acto de la prudencia, que consiste en plasmar en conducta la verdad de lo real.
3ª La Fortaleza
Cuando empezamos, fue la prudencia, hablamos que la objetiva mirada que lanza al ser de las cosas a través de la prudencia, te garantiza la conformidad con lo real donde encuentra el hombre y conoce las leyes eternas que Dios ha dictado al universo, lo que es más importante, las reconoce como obligatorias y las vuelve a implantar. Buena es lo que es prudente, por cuanto a la virtud que toca determinar que sea lo bueno a lo malo es la virtud de la prudencia y para determinar que es lo prudente debes SABER. En lo que respecta a la justicia, dimos varias definiciones, para llegar a la conclusión: el hombre justo debe QUERER la justicia, mediante el sacrificio, para la armonía y el progreso de la libertad.
Ahora hablaremos de la fortaleza. Resulta un poco difícil definir que significa fortaleza, porque existen muchas aceptaciones e igual número de conceptos, así que hablaremos de sus características principales, de sus manifestaciones, de su esencia, para llegar al fin a una conclusión.
La fortaleza supone vulnerabilidad; sin vulnerabilidad no se daría la posibilidad misma de la fortaleza. Si el hombre puede ser fuerte es porque es esencialmente vulnerable. La esencia de la fortaleza consiste en aceptar el riesgo de ser “herido” en el combate, por la realización del bien; entendiendo por “herida” aquí, toda agresión, contraria a la voluntad que pueda sufrir la integridad natural, toda lesión del ser que descansa en sí mismo, todo aquello que aconteciendo en y con nosotros, sucede en contra de nuestra voluntad. En resumen: todo cuanto nos resulte negativo, cuanto nos cause daño o dolor, cuanto inquieta y oprima. La fortaleza por lo tanto no es independiente ni descansa sobre sí misma. Su sentido propio le viene sólo de su referencia a algo que no es de ella, es por eso que la fortaleza es nombrada en tercer lugar en la serie de las virtudes cardinales y esta enumeración no es casual, la prudencia y la justicia preceden a la fortaleza. Significa que sin prudencia y sin justicia no se da la fortaleza: sólo aquél que es prudente y justo puede además ser valiente, por lo tanto examinemos un poco las relaciones de la prudencia y la justicia con la Fortaleza.
Meditemos en primer lugar sobre este aserto: sólo el prudente puede ser valiente. La prudencia tiene dos caras o fases: una cognoscitiva y mesurada, que mira a la realidad y otra que es resolutiva, preceptiva y mesurada, que mira al querer y al obrar. En la primera se refleja la verdad de las cosas reales y en la segunda se hace visible la norma del obrar. Lo primero que exige la prudencia del hombre que actúa es que se encuentre en posesión de un saber directivo dirigido a la acción. Este saber directivo, constituye la esencia de la prudencia. La prudencia es condición necesaria de toda virtud moral. Sin prudencia no hay justicia, fortaleza ni templanza.
La fortaleza es así fortaleza en la medida que es informada por la prudencia, de allí que la esencia de la fortaleza no es el exponerse de cualquier forma a cualquier riesgo, sino que supone una entrega de sí mismo, conforme a la razón y con ello a la verdad y al auténtico valor de lo real. La fortaleza supone valoración justa de las cosas: tanto de las que se arriesga como de las que se espera proteger o ganar.
La prudencia da forma a las demás virtudes cardinales, pero ellas no dependen de la prudencia en la misma medida. Primero: La fortaleza es informada por la prudencia de modo menos inmediato que la justicia; la justicia por su parte, es la primera palabra de la prudencia y la fortaleza, la segunda; la prudencia informa a la fortaleza mediante la justicia. La justicia descansa en la mirada de la prudencia, orientada a lo real; la fortaleza en cambio, descansa al mismo tiempo sobre la prudencia y la justicia.
De todo lo dicho podemos sacar esta conclusión. No es sólo el prudente el único que puede ser valiente; sino que una fortaleza que no se ponga al servicio de la justicia es tan irreal y tan falsa como una fortaleza que no esté informada por la prudencia.
Ser fuerte o valiente no es lo mismo que no tener miedo. La fortaleza no significa ausencia del temor. El temor y el amor se condicionan mutuamente; cuando nada se ama nada se teme, el hombre que ha perdido la voluntad de vivir, cesa de sentir miedo ante la muerte, pero este hastío ante las ganas de vivir se encuentra a gran distancia de la fortaleza. La virtud de la fortaleza reconoce y guarda el orden natural de las cosas.
El hombre valiente mantiene los ojos abiertos y es consciente de los riesgos que afronta para la consecución del fin propuesto, por eso ni ama la muerte ni desprecia la vida.
Los ingredientes más importantes de la fortaleza son la resistencia y la paciencia. Resistir por una parte a todas las llamadas tentaciones y paciencia para no dejarse arrastrar por la presencia del mal a un desordenado estado de tristeza. Ser paciente significa no dejarse arrebatar la serenidad ni la clarividencia del alma por las heridas que se reciben mientras se hace el bien. La paciencia por lo tanto preserva al hombre del peligro de que su espíritu sea quebrantado por la tristeza y pierda su grandeza, por lo tanto el que es valeroso es también paciente. Recuerda lo que dice la sagrada Biblia al respecto en el Libro Eclesiastés, sobre lo importante de ser paciente:
Hay un momento para todo y
un tiempo para cada acción bajo el cielo
Un tiempo para nacer y
un tiempo para morir,
Un tiempo para plantar y
un tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para matar y
un tiempo para curar.
Un tiempo para destruir y
un tiempo para edificar.
Un tiempo para llorar y
un tiempo para reír.
Un tiempo para lamentarse y
un tiempo para danzar.
Un tiempo para tirar piedras y
un tiempo para recogerlas.
Un tiempo para abrazar y
un tiempo para abstenerse de abrazos.
Un tiempo para buscar y
un tiempo para perder.
Un tiempo para guardas y
un tiempo para tirar.
Un tiempo para rasgar y
un tiempo para coser.
Un tiempo para callar y
un tiempo para hablar.
Un tiempo para amar y
un tiempo para odiar.
Un tiempo para la guerra y
un tiempo para la paz…
Por lo tanto no debes impacientarte por las cosas que quieres o deseas hacer, acuérdate: “Hay un momento para todo y un tiempo para cada acción bajo el cielo”. La paciencia todo lo puede, todo lo alcanza.
La animosidad, la confianza en sí mismo y la esperanza en la victoria (en la evolución), suponen la verdadera actitud del valiente, éstos constituyen rasgos esenciales de la fortaleza.
Fortaleza no implica que tengamos que actuar en forma peligrosa, de ahí la importancia que tiene la Prudencia.
4ª La Templanza
El sentido de la palabra Templanza ha quedado reducido hoy en día a moderación en el comer y el beber. Lejos estamos de que eso sea únicamente templanza; más bien podemos decir que la templanza es toda discreción ordenadora de la conducta del hombre. Tiene un sentido y una finalidad, que es hacer orden en el interior del hombre, es decir templanza es realizar el orden en el propio yo. Lo que distingue a la Templanza de las demás virtudes, es que tiene su verificación y opera exclusivamente sobre el sujeto actuante. La Prudencia, mira el orden en su universalidad. La Justicia establece la relación especifica con los demás y el que posee la Fortaleza, sabe olvidarse de si mismo ofreciéndose en sacrifico a costa de su propia vida si es necesario.
La Templanza requiere una ausencia absoluta de egoísmo, por cuanto ella es el habito que pone por obra y defiende la realización interior del hombre. La Templanza se opone a toda perversión del orden interior, gracias al cual subsiste y obra la persona moral. Así por ejemplo: el placer sensible que se obtiene en la manifestación de las fuerzas naturales más potentes que actúan en la conservación del hombre. Estas energías vitales que se pusieron en el ser para conservar en el individuo y en la especie aquella naturaleza según la cual fueron constituidos, como dice el Libro de la Sabiduría l,14 dan las tres formas originales del placer, pero precisamente por ser elementos constitutivos que aparecen en el núcleo mismo de la definición del hombre, sobrepasan también a todas las demás energías en capacidad destructora cuando se desordenan. Castidad, sobriedad, humildad, mansedumbre son formas mediante las cuales se manifiesta la Templanza.
A través de la Templanza se embellece el hombre. No se trata por supuesto de la belleza facial o sensitiva de una agradable presencia, sino que se trata de una belleza irradiada por el ordenamiento de lo verdadero y lo bueno. La hermosura de la Templanza tiene una cara más espiritual y más viril, porque hace ver al hombre en su propia condición, como una semejanza a Dios.
Honestidad
Amor
Humildad
Lealtad
Tolerancia Social
Ayuda
Justicia.
-Igualdad
-Tolerancia
-Respeto
-Amor
-Libertad
-Paz
-Justicia
-Humildad
-Honestidad
-Solidaridad
La formación de valores dentro del trabajo educativo es una tarea difícil, por cuanto no es recomendable abusar de determinadas acciones como el discurso y la imposición, hay que buscar vías para el proceso y llegar a cada uno de los espacios sociales del estudiante con una comunicación real, donde se cree un espacio común entre las partes que intervienen, compartiendo necesidades, reflexiones, motivaciones y errores.Responsabilidad
Como Valor fundamental por el cual el alumno tendrá la posibilidad de hacer uso del resto de los Valores
Decencia
Como el valor que haga consciente al alumno de la propia dignidad humana, por el cual guardará los sentidos, la imaginación y el propio cuerpo, de exponerlos a la morbosidad y al uso indebido de la sexualidad.
Autodominio
Este valor ayudará al alumno a controlar los impulsos de su carácter y la tendencia a la comodidad mediante la voluntad. Lo estimulará a afrontar con serenidad los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en las relaciones personales.
Pulcritud
Le permitirá ser más ordenado y brindará para los demás una sensación de bienestar, pero sobre todo, de buen ejemplo.
Objetividad
Por medio del cual el alumno podrá ver el mundo como es, tener su propia concepción del mismo y no como los demás quieren que sea. Enfrentando con herramientas útiles el bombardeo mediático e informático de la realidad en que viven.
Puntualidad
Valor con el cual podrá lograr que se adquiera el hábito de estar a tiempo en el lugar adecuado.
Sacrificio
Mediante el esfuerzo extra para alcanzar una meta para su beneficio, sus propósitos, la satisfacción de sus ideales. También para el servicio de los demás dentro de una sociedad que lo ampara y espera lo mejor de él.
Consejo
Lograr que el alumno no solo valore el esfuerzo para su provecho sino prepararlo para que sepa trasmitir los valores aprendidos desde el ejemplo como también mediante la palabra acertada y expresada en el momento justo, logrando así un cambio favorable en la vida de quienes los rodean.
Patriotismo
Como el valor que le represente al alumno la capacidad de vivir plenamente su compromiso como ciudadano y fomentar el respeto que debemos a nuestra Nación.
Aprender
Que sepan recrear ciertas capacidades que los ayude a descubrir la importancia de adquirir conocimientos fuertes a través del estudio y la reflexión de las experiencias cotidianas.
Docilidad
Como el valor que los haga conscientes de la necesidad de recibir dirección y ayuda en todos los aspectos de nuestra vida, fundada en la tolerancia y el respeto.
Sensibilidad
Donde los jóvenes despierten hacia la realidad, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social.
Amor
Como sentimiento fundamental donde se ampara el sentido de la vida. Capaz de darlo y recibirlo de una forma responsable.
Obediencia
Como una actitud responsable de colaboración y participación, importante para las buenas relaciones, la convivencia y el trabajo productivo.
Superación
En donde el alumno sepa traspasar los limites del conformismo, logrando desde la auto motivación, el esfuerzo, planeación y el trabajo continuo, acciones reales que lo ayuden ver los frutos de su dedicación. Quedando siempre latente la posibilidad de seguir mejorándolos.
Autoestima
Lograr que los alumnos tengan un conocimiento profundo de sí mismos y puedan tener la plena seguridad de sus capacidades, Aprovechando esto para mejorar el trato con sus pares.
Compromiso
Plasmar este valor en los alumnos con el fin de que puedan ir mas allá del simple cumplir con una obligación porque también se debe poner en juego la capacidad para sacar adelante todo aquello que se le ha confiado.
Libertad
Para no confundir su abuso, saber aplicar sus límites y sobre todo apuntar a la idea de que el conocimiento nos da este valor. De modo que la verdadera libertad la da el conocimiento aplicado en todas las esferas de la vida de la persona.
Comprensión
Mediante la cual el alumno pueda sentir que entra en un estado de alivio, de tranquilidad y de paz interior.
Confianza
En si mismo, en sus compañeros, los docentes y en el resto de las personas que lo rodean.
Bondad
Para lograr una persona íntegra que realice sus actos desde el bien y sepa dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.
Todos estos valores les servirán a futuro para:
– Conducir a los alumnos por el camino del autoconocimiento y la autorealización a través del desarrollo integral de la personalidad y de la espiritualidad, independientemente de cualquier religión o credo.
– Fomentar el espíritu de equipo, la creatividad, el respeto, por las diferencias, así como también la reverencia y el amor por los hombres y la naturaleza.
– Hacer conscientes a los alumnos, de sus capacidades y estimularlos a emplear sus habilidades, al servicio de la comunidad.
– Liberarlos del miedo y de la culpa impuestos culturalmente, mostrándoles que la felicidad es el estado natural del ser humano, que el poder esta en la riqueza de un carácter sereno y en el autoconocimiento y no en la acumulación de dinero y cosas materiales.
– Demostrar que el progreso del hombre radica en su mejoramiento personal y que ese perfeccionamiento trae aparejado el progreso social.
– Cultivar los Valores Humanos, espirituales, las buenas costumbres y la comprensión del hombre como ser cósmico.
– Despertar en los alumnos la conciencia de que ellos serán los líderes que establezcan los moldes de la futura sociedad.
– Demostrar que la educación secular y la educación espiritual son complementarias. Educación espiritual no es adoctrinamiento o catequesis, pues corresponde al deseo esencial del ser humano de experimentar lo sagrado sin dar prioridad a ninguna forma de culto o religión.
– Vivenciar el amor como pilar de sustentación de la gran fraternidad humana, y la paz como valoración de la vida.»
«LOS VALORES FORJAN EL CARÁCTER Y EL CARÁCTER DEFINE AL HOMBRE».
PROYECTO DE VIDA IGUAL A REFLEXIÓN.
Un proyecto de vida se basa en tres preguntas existenciales que son: quiénes somos, hacia donde vamos y qué debemos hacer. Las cuales sin embargo son demasiado importantes para permitir que otros las respondan por nosotros. Tocan la profundidad de la vida por lo tanto implican reflexión.
Para realizar un verdadero proyecto existencial y profesional es muy importante la parte de la reflexión, es la parte donde con silencio y soledad, se encuentra a sí mismo y escucha su voz interior, pudiendo así responder las tres preguntas existenciales.
«NO LE PREGUNTES A NADIE, QUÉ ES LO QUE DEBES HACER CON TU VIDA: PREGÚNTATELO A TI MISMO».
ante todo la lealtad, responsabilidad, en fin todos son muy importantes me parece que la lealtad es la esencial por que este valor encierra todo
La Humildad,La Jusitica, El Amor, El Respeto.. si lo ves desde otro punto de vista practricamente todos son escenciales para llevar una vida completa!